Energías Renovables en México
Cuando en 1973 se produjeron eventos importantes en el mercado del petróleo en el mundo, que se manifestaron en los años posteriores en un encarecimiento notable de esta fuente de energía no renovable, resurgieron las preocupaciones sobre el suministro y precio futuro de la energía. Resultado de esto, los países consumidores, enfrentados a los altos costos del petróleo y a una dependencia casi total de este energético, tuvieron que modificar costumbres y buscar opciones para reducir su dependencia de fuentes no renovables.
Entre las opciones para reducir la dependencia del petróleo como principal energético, se reconsideró el mejor aprovechamiento de la energía solar y sus diversas manifestaciones secundarias tales como la energía eólica, hidráulica y las diversas formas de biomasa; es decir, las llamadas energías renovables.
Así, hacia mediados de los
años setenta, múltiples centros de investigación en el mundo retomaron viejos
estudios, organizaron grupos de trabajo e iniciaron la construcción y operación
de prototipos de equipos y sistemas operados con energéticos renovables.
Asimismo, se establecieron diversas empresas para aprovechar las oportunidades
que se ofrecían para el desarrollo de estas tecnologías, dados los altos
precios de las energías convencionales.
En la década de los ochenta,
aparecen evidencias de un aumento en las concentraciones de gases que provocan
el efecto de invernadero en la atmósfera terrestre, las cuales han sido
atribuidas, en gran medida, a la quema de combustibles fósiles. Esto trajo como
resultado una convocatoria mundial para buscar alternativas de reducción de las
concentraciones actuales de estos gases, lo que llevó a un replanteamiento de
la importancia que pueden tener las energías renovables para crear sistemas
sustentables. Como resultado de esta convocatoria, muchos países,
particularmente los más desarrollados, establecen compromisos para limitar y
reducir emisiones de gases de efecto de invernadero renovando así su interés en
aplicar políticas de promoción de las energías renovables.
Hoy en día, más de un cuarto
de siglo después de la llamada crisis del petróleo, muchas de las tecnologías
de aprovechamiento de energías renovables han madurado y evolucionado,
aumentando su confiabilidad y mejorando su rentabilidad para muchas
aplicaciones. Como resultado, países como Estados Unidos, Alemania, España e
Israel presentan un crecimiento muy acelerado en el número de instalaciones que
aprovechan la energía solar de manera directa o indirectamente a través de sus
manifestaciones secundarias.
Además de la riqueza en
energéticos de origen fósil, México cuenta con un potencial muy importante en
cuestión de recursos energéticos renovables, cuyo desarrollo permitirá al país
contar con una mayor diversificación de fuentes de energía, ampliar la base
industrial en un área que puede tener valor estratégico en el futuro, y atenuar
los impactos ambientales ocasionados por la producción, distribución y uso
final de las formas de energía convencionales.
Para analizar y plantear
estrategias nacionales sobre energías renovables, la Secretaría de Energía se
ha apoyado en la Comisión para el Ahorro de Energía, Conae, creada como
comisión intersecretarial en 1989 y elevada a la categoría de órgano
desconcentrado de la Secretaría de Energía en 1999, hoy día CONUEE. A su vez,
reconociendo su invaluable participación en el tema, la Comisión estableció,
desde hace más de tres años, una alianza con la Asociación Nacional de Energía
Solar, ANES, y juntas han operado el Consejo Consultivo para el Fomento de las
Energías Renovables, Cofer.